El cambio climático es una de las mayores amenazas a las que se enfrenta la humanidad. Las empresas, como grandes generadores de gases de efecto invernadero (GEI), deben tener un papel protagonista en su reducción. Si tu empresa cuenta con más de 500 trabajadores o opera en sectores de alta intensidad de emisiones pronto deberá calcular su huella de carbono.
En este artículo, hablamos sobre la huella de carbono para las empresas, el contexto regulatorio europeo y español, y cómo las empresas pueden reducir y calcular su huella de carbono.
Contexto Europeo: Neutralidad Climática para 2050
La Unión Europea se ha comprometido a lograr la neutralidad climática para 2050. En el marco del Pacto Verde Europeo y el Objetivo 55, se pretende reducir un 55% las emisiones para 2030 en comparación con los niveles de 1990. Algunas de las iniciativas para reducir la huella climática incluyen:
- Incrementar el objetivo de reducción al 62% para 2030 en comparación con 2005.
- Reducir la asignación gratuita de derechos de emisión y reforzar el mecanismo de control de precios.
- Crear un nuevo régimen de comercio de derechos independiente para sectores como el transporte por carretera y la edificación, operativo desde 2027.
- Establecer un Fondo Social para el Clima para mitigar los impactos en los hogares y empresas más vulnerables.
- Vínculo entre el Régimen de Comercio de Derechos de Emisión (RCDE) y el Mecanismo de Ajuste en Frontera al Carbono (CBAM), afectando sectores como hierro y acero, aluminio, fertilizantes, cemento, electricidad e hidrógeno.
- Obligatoriedad de invertir en reducir las emisiones o mejorar la eficiencia energética.
España Circular 2030 y la Ley de Cambio Climático
En España, el Plan España Circular 2030 establece objetivos ambiciosos para la reducción del consumo de materiales y generación de residuos.
La Ley 7/2021 de Cambio Climático y Transición Energética convierte en obligatoria la reducción de la huella de carbono para empresas, con un plazo de un año desde su entrada en vigor. Está previsto que se apruebe en julio.
Por otro lado la Ley 11/2018 habla sobre la OBLIGACIÓN del cálculo de la huella de carbono y la elaboración de un plan de reducción. Esta ley entrará en vigor el 1 de enero de 2025 y establece que estarán obligadas las empresas que cumplan con los requisitos:
- El número medio de trabajadores empleados por las sociedades del grupo sea superior a 500.
- Que tengan la consideración de entidades de interés público (Que el importe neto de la cifra de negocio supere los 40.000.000€, que el total de las partidas del activo consolidado sea superior a 20.000.000 € y que el número medio de trabajadores empleados durante el ejercicio sea superior a 250).
¿Qué es la Huella de Carbono?
La huella de carbono mide la totalidad de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) producidos directa o indirectamente por una el ser humano, y se expresa en masa (Tn) de CO2 equivalente.
Un indicador universal con el que se puede calcular la sostenibilidad cualquier negocio, una foto de las emisiones de gases de efecto invernadero liberadas a la atmósfera tanto por empresas como por particulares.
¿Por qué Medir la Huella de Carbono?
Medir la huella de carbono ofrece varios beneficios:
- El principal, identificar medidas de eficiencia energética.
- Reducir el impacto ambiental de la actividad de la empresa.
- Ahorro en costes operativos.
- Estar preparado para los cambios de regulación.
- Mejora la responsabilidad social corporativa y la reputación.
- Atrae inversores y clientes concienciados con el medio ambiente.
Cálculo de la Huella de Carbono
El cálculo de la huella de carbono puede realizarse tanto para productos como para organizaciones:
– Producto: Mide los GEI emitidos durante todo el ciclo de vida del producto.
– Organización: Mide los GEI emitidos por la actividad de la organización.
El proceso incluye identificar fuentes de emisión, seleccionar métodos de cálculo, recolectar datos y aplicar herramientas de cálculo. Existen distintos estándares internacionales para el inventario de mediciones GEI como el GHG Protocol y la norma ISO 14064-1 (entre otros) que son ampliamente utilizados.
En el contexto de la huella de carbono, las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) se dividen en tres alcances principales:
- El Alcance 1 incluye emisiones directas de fuentes que la empresa posee o controla, como la combustión en calderas y vehículos, y las emisiones de procesos industriales y fugitivas.
- El Alcance 2 abarca las emisiones indirectas de la energía importada que la empresa consume, como electricidad y calor, y puede ser mitigado mediante el uso de energías renovables y mejoras en eficiencia energética.
- El Alcance 3 cubre todas las demás emisiones indirectas a lo largo de la cadena de valor, incluyendo actividades aguas arriba como la adquisición de bienes y servicios, y aguas abajo como el transporte y uso de productos vendidos. Identificar y gestionar estos alcances es esencial para implementar estrategias de reducción efectivas y contribuir a la lucha contra el cambio climático.
El Ministerio de Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO) ofrece herramientas para facilitar el cálculo de la huella de carbono en una organización. Puedes verlo en este link
Una vez calculada la huella de carbono, es necesario realizar una estrategia para la descarbonización que establezca objetivos de reducción de emisiones, cree un plan de acción a largo plazo y asigne recursos para cumplirlos. Las políticas públicas, la transición energética, la movilidad y la edificación sostenibles son áreas clave en este proceso. Las empresas deben también preparar un Plan NET.ZERO que incluya compromisos, plazos, y planes de gestión y compensación de carbono. Juntos hacia la descarbonización, para avanzar hacia un futuro sostenible, las empresas deben calcular su huella de carbono, desarrollar planes de reducción y compensar las emisiones restantes. La colaboración y el compromiso son esenciales para mitigar el cambio climático y construir un mundo más sostenible.
¿Reducen los paneles solares la huella de carbono?
Sí, los paneles solares contribuyen a la reducción de la huella de carbono de las empresas. Al generar electricidad a partir de la luz solar, una fuente de energía renovable y limpia, se evita la emisión de gases de efecto invernadero (GEI) asociados con la quema de combustibles fósiles como el carbón, el petróleo y el gas natural.
La energía solar no produce emisiones directas de CO2 durante su operación, lo que la convierte en una opción ideal para empresas que buscan disminuir su impacto ambiental y avanzar hacia la neutralidad climática.
Contáctanos y realizaremos un estudio sin compromiso, en el que diseñaremos una instalación fotovoltaica personalizada según tus necesidades, con todos los cálculos técnicos. Podrás ver el ahorro en tu huella de carbono, incluyendo el ahorro anual en kg de CO2 y la cantidad de árboles no talados al año.
En resumen, la huella de carbono es un indicador clave que las empresas deben gestionar para reducir su impacto ambiental, no quedarse atrás con las regulaciones que vienen y por ende mejorar su competitividad
